Hace ya años que el que iba a ser Manolito nació en Priego un domigo Domingo de Jesús al trueno de los cohetes. Cuando su padre, Manolo de la Rosa, miembro de una familia de nazarenos de los de toda la vida bajó a la rifa para dar la buena noticia a los amigos, terminó apuntando al chiquillo a la hermandad y, bueno, con la alegría bulliciosa del momento lo inscribieron con el nombre de Jesús; de manera que Jesús de la Rosa dejó de ser manolo como sus padres tenian pensado por voluntad de un grupo de nazarenos de fiesta en una rifa de mayo. Se inscribió en el registro y en el libro de familia con ese nombre y fue bautizado como Jesús de la Rosa Aguilera que es y ha sido legalmente su nombre desde aquel día.

Jesús, como no podía ser de otra manera, desarrolló la devoción a la imagen nazarena y siempre ha sido un buen hermano a pesar de que la vida lo llevó a vivir fuera de nuestro pueblo. Pero nació con estrella porque el Nazareno real, el que reina en los cielos junto al Padre, lo bendijo con el don de la creatividad y lo dotó con alma de artista para que pudiera participar de la comprensión, valoración y disfrute de la belleza y para que este año conmemorativo y jubilar en la hermandad nazarena de Priego pudiera darse el hermoso gesto que ha tenido con ella donándole el fruto de su trabajo creador.

Se trata de una buenísima pintura al óleo realizada con técnicas y procedimientos plásticos a la antigua usanza en la que desde la imprimación de la tabla de soporte hasta los últimos toques de pan de oro del fondo participan de un espléndido  resultado final. Representa un plano medio de Jesús con la mano separada de la cruz en gesto de estar impartiendo la bendición y se ha realizado con tan alta exactitud de dibujo que hay quien lo confunde con una fotografía. Es sin duda una magnífica pintura.

La hermandad nazarena, agradecida por este gesto, propuso a Jesús organizar un pequeño acto de entrega y recepción del cuadro en la capilla y ante la imagen  del Nazareno, pero la modestia del pintor dejó el acto en una pequeña reunión de amigos y familiares sin la proyección pública que merecía; y es por ello que lo escribo para su difusión porque esta pintura se ha usado como base para el cartel anunciador de las fiestas y portada del programa de este mayo tan  singular para la hermandad de los nazarenos de priego.

El Hermano Mayor y la Junta de Gobierno me encargan que exprese en este escrito su agradecimiento a Jesús de la Rosa por el gesto que ha tenido y el reconocimiento al valor artístico de su obra que consideran de excelente calidad.

José María del Pino Cobo.