“En la Villa de Priego, en el primer día del mes de enero en el año del señor de 1654, reunidos en cabildo los hermanos nazarenos en el templo conventual de San Francisco, acuerdan celebrar todos los años por el mes de mayo un novenario de misas cantadas y el último día con sermón y procesión”
De esta sencilla manera, siendo Hermano Mayor D. Pedro Carrillo de Gámiz, se instituyen las fiestas votivas de mayo que con tanto esplendor se celebran en esta Ciudad desde mediados del siglo XVII, y que, a no dudar de la conocida religiosidad de este pueblo, han de seguir realizándose con extraordinario fervor hasta la consumación de los tiempos.
El origen de este voto está relacionado con una serie de oleadas de peste mortífera que asolaron gran parte del país, cebándose especialmente con el sur de España una segunda oleada que se extiende desde 1646 hasta 1662. A primeros de junio de 1651 se declaró la peste en la Villa de Priego. El Cabildo celebrado el día cinco del mes de junio de 1651, reconoce con evidencia “que este villa y sus vecinos está inficionada del mal de contagio y esta enfermedad va muy adelante y conviene mucho su curación para la conservación desta dicha villa”. (Candelaria Alférez Molina : “Priego de Córdoba: epidemias de peste y medicina barroca en el s. XVII”. Revista Legajos nº 1. 1998. A.M.P. Priego de Córdoba). Una última oleada que fue desde 1676 hasta 1682, fue incluso más mortífera que las anteriores, ocasionando innumerables fallecidos en la Villa de Priego, incluso impidiendo la salida procesional el viernes santo de Ntro. Padre Jesús Nazareno. Coincidiendo con estos brotes de peste bubónica, una enorme sequía se padeció durante el primer lustro de la década de los cincuenta, provocando una gran crisis sanitaria, social y económica en la ciudad.
Todo esto conmovió el corazón de nuestros antepasados nazarenos implorando de la Misericordia Divina el remedio contra tal desolación, y para obligarla más a la dispensación de señalado beneficio, la Villa de Priego hizo voto solemne de celebrar anualmente en el mes de mayo grandiosos cultos en honor de Ntro, Padre Jesús Nazareno. De igual forma, estas pandemias son el origen de la fundación de la Hermandad de la Rogativa, fundada el 25 de octubre de 1672, previa petición que se elevó al abad de Alcalá la Real por una serie de hermanos. Las reglas fueron aprobadas el 28 de noviembre de 1672. Esta Hermandad, se agrega desde su nacimiento a la Cofradía de los Nazarenos de la Villa de Priego.
“…y la historia se repite pasados 370 años, epidemia, fallecidos, crisis sanitaria, social, económica, sin procesiones para manifestar públicamente nuestra FE….”, lo único que no cambia y perdura es Él, su mirada, su aliento, el cobijo de su manto que servirá para salvarnos, fortaleciendo nuestro FE en nuestro Señor Dios Jesús Nazareno.