Jesús Nazareno
La Imagen de Jesús Nazareno de Priego de Córdoba.Jesús Nazareno
El máximo exponente de la escultura procesional del Siglo de Oro es la imagen de Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas, su presencia versátil aglutina toda la simbología religiosa, cultural, artística y pedagógica de los rituales de Semana Santa.
El día 4 de abril de 1593 se fundó en Villa de Priego una piadosa asociación, que se denominó, como la Cofradía de los Nazarenos. Sus 22 primeras Constituciones fueron aprobadas por el abad mayor de la Abadía de Alcalá la Real (Jaén) D. Maximiliano de Austria y confirmandas posteriormente por el Papa Clemente VIII. Se encuentra desde su fundación en la iglesia de conventual de San Francisco, construida en 1515 por D. Pedro Fernández de Córdoba, primer marqués de Priego.
La imagen titular es la de un Cristo con la cruz a cuestas, la más veraz representación iconográfica del Nazareno, obra de Pablo de Rojas (1592), vecino de la localidad de Alcalá la Real (Jaén) y el más fiel y digno reflejo de la mística del Maestro alcalaino.
Nuestro Padre Jesús Nazareno, titular de la Pontificia y Real Cofradía y Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima de los Dolores y San Juan Evangelista, una de las obras de “mayor calidad” de Pablo de Rojas, es una figura de vestir de una insuperable belleza e inconmensurable serenidad, llevando la impronta del maestro alcalaino en la configuración de su “noble cabeza”, así como, en su fuerte naturalismo dinámico y expresivo. Presenta una túnica de gran belleza y cuidada policromía con gran espesor y amplitud de pliegues, quizás por el cordón que le ciñe su cintura y hace que estos caigan con mayor pesadez, dándole a la imagen (1,62 x 50) mayor volumen.
El rostro es un fiel reflejo del naturalismo de la época, acentuado profundamente en su expresiva belleza. Las mejillas de firmes volúmenes, los extremos del bigote más “prominentes”, el cabello repartido en mechones separados, peinados por encima de la orejas, le cae por los hombros, (impronta de muchas imágenes coetáneas atribuidas a Rojas), enmarcan un rostro con un modelado de indiscutible calidad y excelente policromía. La mirada perdida, el dolor contenido, la expresiva y serena belleza, definen un compendio de sentimientos y emociones. Como comenta el cronista de la orden franciscana Alonso de Torres, (1984:121) “Es tan devota la imagen que no la ve criatura alguna que no se aficione a su belleza”.
Desde el siglo XVIII, como demandaban los cánones estéticos del barroco, la imagen de Jesús Nazareno se presenta vestida con túnica de terciopelo bordado y peluca de pelo natural sujeta con una sencilla corona de espinas.
Se encuentra en el retablo central de capilla que lleva su nombre en la Iglesia conventual de San Francisco de Priego de Córdoba. La última restauración fue el año 2014 en el taller de arte sevillano de D. Pedro E. Manzano.
Candelaria Alférez Molina
Doctora en Humanidades